Autora: Eva Parey – Fotógrafa
La cámara y el espíritu viajero
Viajar con la cámara fotográfica, es hacerlo con todos los sentidos puestos en el espacio, el territorio y la cultura que se visita. Cualquier encuentro será la ocasión perfecta para registrar un momento memorable, despertando la creatividad para jugar con los elementos propios del lenguaje fotográfico: la luz y la composición.
El viaje nos ofrecerá encuentros inesperados, que trataremos de aprovechar al máximo visualmente. Además de retratar a las personas que podamos conocer, ya sea en primer plano jugando con la profundidad de campo, o en plano medio o americano para mostrar el entorno que habitan, podremos también captar paisajes singulares con las ópticas angulares.
La fotografía de viajes aglutina tantos géneros fotográficos que nos obliga a mirar de muchas maneras, adoptando en cada situación un registro particular. No hay una manera de explicar un viaje, cada autor interpreta la realidad y la capta según sus vivencias, predilecciones y bagaje de vida.
El mayor reto del fotógrafo viajero es transmitir la inmensidad de un espacio y el sinfín de sensaciones que se despiertan en un paraje natural, de manera que el espectador pueda sumergirse en esas imágenes, como si pudiera hacerlo en el propio espacio. Más allá de captar un espacio de manera descriptiva, conseguir transmitir la magia. Capturar esa sugerencia de la que hablaba Robert Doisneau, cuya obra fue fruto de transitar recurrentemente las calles de París. Más allá del paisaje, lo que puede atrapar al fotógrafo en el viaje son las expresiones culturales ya sea en la arquitectura, el urbanismo, en la ornamentación de los lugares o las vestimentas de la gente.
El exotismo es un gran atractivo, que es recíproco entre culturas con diferencias apreciables. En lugares remotos es fácil quedar fascinado por rasgos culturales diferenciadores, por aquello inimaginable o incomprensible. A veces el viaje nos permite parar en un lugar, observar largo rato y dejarnos llevar por la atmósfera. En esas situaciones veremos como a medida que pasa el tiempo, afloran más detalles de la realidad, vemos más allá y podremos meditar más la creación fotográfica. Sin embargo, en otras ocasiones tendremos que actuar rápido, observar la luz, configurar la cámara priorizando velocidad o diafragma, para captar de la mejor manera lo que se presente ante nosotros.
Color o blanco y negro, gran profundidad de campo o bokehs, planos cortos o abiertos, grandes distancias focales o cortas, cualquier decisión que tomemos nos llevará a captar la esencia del viaje.
Si estás buscando inspiración para tu próximo viaje fotográfico y estas palabras de Eva Parey resuenan contigo, puedes acompañarla en su próxima expedición fotográfica a Uzbekistán este 25 de agosto.
En el viaje, Eva te enseñará a manejar mejor tu cámara y aprovechar todo tu potencial para hacer un reportaje etnográfico y de paisaje como lo hacen los profesionales de la fotografía. Te contará sus secretos para captar momentos y retratos íntimos de la población local y revisará tus fotos para que puedas mejorarlas cada día de la ruta.
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