15 de septiembre de 2020. Autora: Silvia Briegas
Este lugar imprescindible de Sri Lanka está situado en el llamado Triángulo Cultural, en el centro de la isla. La Roca del León, también conocida como la Roca de Sigiriya por las dos enormes zarpas de león que custodian la entrada, es un fuerte de unos 200 m de altura rodeado de selva, de la cual emerge cual espejismo en la llanura.
Esta formación geológica surgió de la erupción de un volcán y se trata en realidad de la base de una escarpada fortaleza construida por el rey Kassapa en el siglo V, aunque algunos historiadores piensan que podría haber estado habitada desde la prehistoria.
Ya en el siglo III se cree que la roca tenía un papel religioso. Es por eso que aquí se encuentran algunos vestigios de cavernas preparadas y adornadas por devotos budistas. La roca fue abandonada durante varios años hasta que en tiempos de la colonia británica el arqueólogo Jonathan Forbes se encontró con la roca, que fue posteriormente recuperada a finales del siglo XIX.
En la actualidad, Sigiriya forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y viajeros de todas partes del mundo vienen aquí para intentar desvelar el misterio que rodea a la famosa Roca del León.
Conocida por sus frescos rupestres y sus impresionantes patas de león esculpidas en la misma roca, no se puede dejar de lado la vista espectacular que hay desde su cima.
¿Cómo visitar la Roca del León de Sigiriya?
La primera imagen que tendrás de Sigiriya es la de un enorme promontorio rocoso situado en medio de la selva. El monumento consta de dos recintos rectangulares rodeados de dos fosos y tres terraplenes donde se sitúan dos palacios.
Una vez en la entrada, te darán la bienvenida los jardines simétricos que dan paso al recinto, como invitación a la ascensión de la roca.
Necesitarás una mañana o tarde entera para hacer la visita completa del monumento.
Atravesando los jardines, puedes tomarte unos momentos para admirarlos y dejarte sumergir en la belleza del lugar.
El lugar sería realmente apacible si no fuera por los numerosos vendedores ambulantes, que a veces pueden ser muy insistentes, a decir verdad.
Los jardines terminan en la gigantesca fachada oeste de la roca. ¿Ves todos los escalones de piedra que flanquean la roca? Ellos te conducirán hasta uno de los miradores más bonitos de Sri Lanka: la cima de la roca.
Durante el ascenso, te recomendamos hacer una pausa para disfrutar de los bellos frescos de Sigiriya, que representan a las llamadas “ninfas celestiales”, algunas de las cuales fueron las doncellas que acompañaban al rey Kassapa.
En las paredes se pueden apreciar hasta 19 aunque se cree que había hasta 500 frescos en un área de 140 metros de largo por 40 metros de alto. Junto a los frescos se encuentran otras pequeñas pinturas en la llamada «pared espejo» que parecen ser grafittis de 1.000 años de antigüedad.
Los frescos se conservan en muy buen estado a pesar del paso de los siglos y podrás identificar sin problemas los colores y las formas de los retratos.
La roca se asemejaba a la figura de un león tumbado y durante el ascenso, podrás ir viendo las diferentes esculturas que muestran claramente la anatomía de este animal.
Primeramente llegarás a la puerta del León, una plataforma que da paso al interior de la parte alta de la fortaleza donde podrás admirar las dos enormes patas de león y sus garras esculpidas en la roca.
Tras subir otro tramo de escaleras llegarás por fin a la cima
¡La vista desde arriba es impresionante!
Para empezar, puedes recorrer el palacio situado cima de la roca, donde se pueden distinguir las cisternas cortadas en la piedra, algunas de las cuales aún almacenan agua. Caminando entre los restos del palacio podrás adivinar las antiguas terrazas, baños y con un poco de imaginación, podrás ver lo excepcional de la construcción.
Las vistas no son para los que sufren vértigo pero si te atreves a asomarte, podrás disfrutar del entorno natural que rodea la roca donde destaca el pantano y la dagoba que están en medio de la selva en una vista de 360º.
Este es sin duda uno de los lugares más emblemáticos de Sri Lanka y que debe estar incluido en todos los itinerarios de quien quiera recorrer la isla.
Descubre nuestros viajes a Sri Lanka en los que incluimos la visita de este monumento único en el mundo.
Consejos prácticos para visitar la Roca del León en Sigiriya, Sri Lanka
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Cómo llegar: situado a unas 3,5 h del aeropuerto de Colombo, tendrás que desplazarte en vehículo privado o en tuk-tuk ya que hay pocos autobuses públicos que hagan este recorrido hasta la población de Sigiriya, donde de todas formas tendrás que tomar un taxi.
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Precio de la entrada: unos 27 € por persona al cambio.
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Duración de la visita: necesitarás dedicar una mañana o una tarde completas para desplazarte hasta allí. El recorrido hasta la cima y vuelta suele durar unas dos horas y media o algo más, dependiendo del ritmo al que subas las escaleras y si visitas el pequeño museo que hay a la entrada y que tiene un coste de 4,5 € al cambio.
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El mejor momento para visitarla: a primera hora de la mañana o hacia última hora de la tarde, si quieres disfrutar del atardecer. El horario de apertura es de 7 a 18 h.
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Dificultad de la visita: Esta visita no para personas que no estén en buena forma física ya que es necesario subir una gran cantidad de escaleras y no habrá muchas oportunidades de hacer pausas si hay más viajeros detrás. Tampoco se recomienda a personas que tengan vértigo ya que algunos puntos de las escaleras dan mucha impresión. Para facilitar la visita te recomendamos llevar un buen calzado de senderismo, una gorra o sombrero y agua, ya que en la cima no hay sombra y al final de la subida hará calor.
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