22 de abril de 2020. Autor: Paco Membrives.
La fotografía digital ha irrumpido con gran fuerza y de manera global en el modo de comunicarnos. Hay nuevas redes sociales basadas exclusivamente en la fuerza de la imagen y miles de aplicaciones se crean para gestionar y editar nuestras imágenes capturadas por todo tipo de dispositivos.
En esta nueva era de la fotografía, los miles de concursos que se convocan cada año se abren paso de múltiples maneras y aplicando todo tipo de reglamentos y prácticas en función de unos objetivos más o menos claros.
La ética para desarrollar un concurso es fundamental, porque ello determinará la calidad de éste. En la era del “todo vale”, hay que respetar una serie de normas básicas, algunas legales, como los derechos de autor o los derechos de imagen por citar las más conocidas. Pero también deben de considerarse otras cuestiones muy importantes sobre la incidencia y consecuencias que la competición de fotografía va a aportar.
Los concursos, son competiciones de fotografía y se debe evitar todo tipo de arbitrariedades, y establecerse reglas de juego justas, equitativas, honestas y transparentes. La selección del jurado y el proceso de veredicto merece una atención especial.
Por si esto fuera poco, hay que valorar las características de la premiación y el uso que hace el organizador de las imágenes que participan o son premiadas.
Todo este proceso debe ser coherente y ajustado a la tipología del concurso. Cada participante debe leer con atención los reglamentos y bases de los concursos, para evitar participar en aquellos que no se ajusten a su perfil. Otra cuestión importante es denunciar aquellos que considere abusivos, porque la presión social ejerce una fuerte influencia y puede ayudar a corregir dichos abusos.
Los concursos de carácter documental deben de verificar la autenticidad de la imagen capturada, evitando así manipulaciones que distorsionarían la realidad e incluso haría injustas las condiciones de participación. Para esto, suelen solicitar los archivos originales de captura para someterlo a análisis y comparación con el archivo presentado.
En este sentido existe una herramienta que se llama IRCC (www.ircc.photo), de gran solvencia, que certifica las imágenes respecto a su archivo origen de captura y que está teniendo una gran aceptación entre los organizadores y fotógrafos.
Miles de certámenes se siguen convocando, algunos de gran reputación y con fines sociales o benéficos, otros con fines más ocultos e interesados. Sólo hay que atender bien cual es el más adecuado. Los sellos de reconocimiento de colectivos, federaciones y asociaciones suelen ser buenos garantes de un control de normas y procesos equitativos y no abusivos.
Precisamente en estos momentos www.montphoto.com ha ampliado la convocatoria para participar. Un buen ejemplo de todo lo expresado en el artículo. Si tienes fotos de naturaleza puedes participar hasta el 10 de mayo. (www.montphoto.com)
Paco Membrives es actualmente Director del prestigioso concurso MontPhoto y Presidente de la IRCC (Internationa Raw Compliance Committe).
Miembro de honor de la Federación Catalana de Fotografía y vinculado a múltiples entidades de fotografía, con una larga trayectoria como formador y jurado en concursos internacionales, especializado en temas de naturaleza.
Promueve el uso de la imagen como herramienta educativa y de conciencia ambiental. Desarrolla anualmente publicaciones con los resultados del Concurso internacional MontPhoto. Organiza el Festival MontPhoto FEST en Lloret de Mar el primer fin de semana de octubre, una cita ineludible sobre fotografía de naturaleza de gran reconocimiento internacional.
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