Guatemala está salpicada de ciudades y pueblos que encarnan la mezcla única del país de herencia maya, influencia española y vibrante vida moderna. Cada ciudad y pueblo tiene su propia atmósfera, historia y encantos, y una ruta bien diseñada debe incluir los lugares imprescindibles para comprender la complejidad cultural de Guatemala.
Antigua Guatemala es, sin duda, la joya de la corona con sus impresionantes ruinas coloniales, vibrantes mercados y festividades religiosas. Es el centro neurálgico del turismo en el país y suele ser punto de partida para explorar los volcanes cercanos. Antigua estuvo a punto de ser destruida durante una erupción volcánica en 1773. Afortunadamente, sus edificios de colores y estilo colonial han sido restaurados y este enclave de la UNESCO es un lugar ideal para perderse durante un par de días explorando sus calles empedradas, conociendo a mujeres mayas vestidas con trajes tradicionales, visitando iglesias ornamentadas y disfrutando del aire fresco de las tierras altas.
Quetzaltenango, la segunda ciudad más grande, es el centro del altiplano maya, conocido por su arquitectura neoclásica y tradicionales mercados. Actualmente fuera de muchos circuitos turísticos por la creciente inseguridad en la región. Quetzaltenango es también conocida como Xela y aunque hay quien dice que se parece a Antigua, esta es una ciudad mucho más moderna y caótica, con menos patrimonio bien conservado. A menos que quieras hacer algún ascenso a los volcanes que la rodean, es totalmente prescindible en tu viaje por Guatemala.
Los pueblos alrededor del Lago de Atitlán, como San Pedro, San Jorge, Santiago Atitlán y San Juan La Laguna, ofrecen perspectivas únicas sobre la vida indígena guatemalteca, la historia reciente del país, un sin fin de artesanías locales y una naturaleza impresionante. Panajachel sin embargo es un pueblo más bien destinado a recibir y distribuir el turismo que llega al lago y no tiene tanto encanto.
Chichicastenango es otro pueblo imprescindible del Altiplano guatemalteco. No solo por su archiconocido mercado, sino porque la población esconde joyas arquitectónicas como la iglesia de Santo Tomás y el colorido cementerio donde se reflejan las tradiciones de la etnia Quiché y donde podrás ver algunos de sus rituales funerarios.
Si quieres descubrir la cultura Garífuna, no puedes perderde una excursión a Livingston, en la región del Caribe Maya. Paseando por sus calles podrás conocer su colorida arquitectura, reflejo de la herencia afrocaribeña de sus habitantes. Además, es fácil encontrar músicos callejeros y comida tradicional garífuna como el tapado, un delicioso guiso de marisco y leche de coco, por lo que una visita por Livingston es imprescindible para conocer la esencia de Guatemala y su diversidad.
La isla de las Flores es otra de los imprescindibles entre las ciudades y pueblos de Guatemala. Su ambiente relajado, su arquitectura colonial bien conservada y su enorme oferta de restaurantes, bares, hoteles y actividades, hacen de la isla un centro turístico perfecto para los que buscan comodidades y visitar las ruinas mayas de Tikal o Yaxhá. Podrás dar la vuelta a la isla en 15-20 minutos y si quieres conocer más pueblos del Lago Petén, sólo tienes que montarte en alguna de las barcas que hacen excursiones y explorar los alrededores.
Una pregunta que nos hacen mucho es: «¿merece la pena visitar Ciudad de Guatemala?». Y nuestra respuesta suele ser que no. A menos que tengas un interés muy especial por algún aspecto en particular de la capital del país, Ciudad de Guatemala es una urbe con poco interés arquitectónico, un tráfico horrible en hora punta y la inseguridad en sus calles elevada. Siendo honestos, no merece la pena correr el riesgo de visitarla.
