Viajar con niños a Guatemala ofrece una combinación única de aventura, cultura y contacto con la naturaleza, garantizando recuerdos familiares inolvidables. Explorar las antiguas ruinas mayas puede ser una aventura al estilo de Indiana Jones, hacer rutas en Kayak en la región de Río Dulce es una forma de conectar 100% con la naturaleza en plena selva, y participar en talleres de cocina local es un placer que pueden compartir grandes y pequeños.
Las playas del Pacífico son ideales para días de sol y surf, y las granjas interactivas cerca de Antigua permiten a los niños aprender sobre la agricultura local. Los talleres de chocolate y pintura son excelentes para estimular la creatividad de los pequeños y darles a conocer las tradiciones de los pueblos indígenas.
Guatemala tiene mucho que ofrecer a los jóvenes exploradores y, bien organizado, puede ser un viaje del que traigan una visión del mundo más humana y abierta. Solo hay que planificar bien los trayectos y las excursiones de cada día para que no se haga un viaje pesado. Algunas distancias pueden ser largas por carretera, el calor y la humedad les hará sentirse más cansados así que los hoteles con piscinas o visitas a lugares como las cascadas Semuc Champey pueden ser un buen aliciente para que funcione el ritmo al viajar con niños a Guatemala.
