La diversidad natural de Guatemala es asombrosa, desde sus costas caribeñas a las del Pacífico pasando por sus altiplanos y selvas tropicales. El país es un paraíso para los amantes de la naturaleza, con destinos como el Lago de Atitlán, considerado uno de los más bellos del mundo, y el Volcán Pacaya, donde se puede caminar hasta la lava caliente. Reservas naturales como el Biotopo del Quetzal ofrecen la oportunidad de observar el ave nacional en su hábitat natural. Semuc Champey, con sus piscinas naturales de agua turquesa, es un espectáculo natural imperdible.
En Guatemala encontrarás un sinfín de actividades para disparar tu adrenalina. Escalar volcanes, hacer senderismo por la selva, practicar rafting en ríos caudalosos o descender en rápidos son solo algunas de las opciones que ofrece este país. Para aquellos que buscan experiencias más tranquilas, hay rutas de ciclismo y senderismo que permiten adentrarse en la naturaleza y disfrutar de la paz del entorno
Guatemala es un país megadiverso, hogar de más del 6% de las especies de plantas y animales del planeta. Esta riqueza natural se ve reflejada en la variedad de ecosistemas que alberga, desde bosques nublados hasta manglares y arrecifes coralinos.
Guatemala es hogar de una vasta cantidad de especies de plantas y animales. Cuenta con más de 300 microclimas diferentes, que permiten una diversidad ecológica única. En este contexto, las reservas naturales juegan un papel crucial. El Parque Nacional Tikal, ubicado en la región de Petén, no solo es famoso por sus impresionantes ruinas mayas, sino también por su densa selva que alberga especies como jaguares, monos aulladores y una gran variedad de aves tropicales.
De hecho, la observación de aves es un pasatiempo muy popular en Guatemala. Permite a los viajeros apreciar la belleza de la fauna local, incluyendo especies como el quetzal, ave nacional del país.
Otra joya natural es la Reserva de la Biosfera Maya, una de las áreas protegidas más grandes de Centroamérica. Aquí, los puedes disfrutar de caminatas por la selva, avistamiento de aves y la exploración de sitios arqueológicos escondidos entre la vegetación. Estas reservas no solo protegen el ecosistema, sino que también ofrecen experiencias educativas y recreativas que fomentan el turismo sostenible.
Como ves, su rica biodiversidad, sus impresionantes paisajes y su compromiso con el turismo sostenible convierten a Guatemala en un paraíso para los amantes del ecoturismo y las experiencias auténticas.
